Marvin, en cambio, salió y miró a Helena y Alfred. Su expresión se había relajado.
—La familia Watson recordará este favor —respondió Marvin, con la mirada fija en ellos.
Tras haber cumplido con sus obligaciones, tanto Alfred como Helena desaparecieron; ya no se requería su presencia aquí.
—¿Realmente está bien tu condición? —Un hombre de 45 años apareció en la pantalla holográfica frente a Marvin.
—No te preocupes, estas heridas sanarán con el tiempo —aseguró Marvin, pero el hombre permaneció incrédulo.
Él era el actual jefe de la familia Watson y el hijo de Marvin Watson, así que su preocupación por su padre era evidente.
—No dejes que se propaguen rumores —aconsejó Marvin, con sus ojos puestos en la Prisión Armax.
Circulaban rumores acerca de que Marvin había sido gravemente herido, aunque no había pruebas definitivas que los respaldaran.
Sin embargo, Marvin no estaba perturbado.