Ciudad Astrate...
—Muévanse rápido, lleven todos estos suministros a los campamentos —dijo un hombre con urgencia.
—Oye, tú, ¿qué demonios estás haciendo trabajando a paso de tortuga? Carga estas pociones en la furgoneta y muévete rápido —ordenó otro a un trabajador.
—Traigan estos artefactos...
Toda la Ciudad Astrate estaba en completo caos y los cazadores se dirigían hacia las murallas de la ciudad con expresiones serias en sus rostros.
Hace tan solo unas horas, la Asociación de Cazadores cerró completamente la ciudad y no se le permitía a la gente normal salir de sus casas. Las únicas personas que se movían eran los cazadores, y todos ellos se afanaban llevando los suministros de guerra a la línea del frente.
—Jeffrey, encárgate de la implementación de los cazadores cerca de las murallas de la ciudad. Asegúrate de priorizar el lado sureste de la ciudad porque es más probable que los monstruos vengan de esa dirección —ordenó Sebastian.