Evan no esquivó la maldición y esta lo golpeó con éxito. Su cuerpo entero fue envuelto por un aura negra cuando fue alcanzado por la maldición Aniquilación del Alma.
—Estás muerto, bastardo —rió Olivia, mostrando sus dientes rotos al ver que Evan no había podido esquivar su ataque.
Pero antes de que pudiera cerrar la boca después de reír, el aura negra que cubría a Evan desapareció, y él apareció frente a ella lanzando un puñetazo directo a su cara.
—Jaja... —Olivia todavía se estaba riendo cuando vio a Evan aparecer súbitamente frente a ella y quiso esquivar su ataque.
Pero debido al uso de la manipulación del viento y velocidad temporal, Evan era demasiado rápido.
Antes de que Olivia pudiera siquiera entender cómo Evan estaba completamente bien, su puño golpeó su rostro sonriente, destrozando sus dientes restantes.
Kacha!