Anon caminó hasta la puerta y cada chica lo miró con una expresión de asombro, sin importar si era Plebeya o una chica de la realeza.
Las familias Reales de hasta cuatro estrellas solo tenían nobleza de nombre, eran tratadas casi igual que los Plebeyos.
Al pasar Anon por la puerta, la puerta habló.
—Estudiante Plebeyo.
Esta palabra desencadenó una reacción en la mente de Anon. Inmediatamente empezó a preparar un jabalina de trueno en sus manos.
—Hermano... —Kia lo detuvo mientras tomaba sus manos.
—Oh... sí —dijo Anon al darse cuenta que estaba a punto de perder el control allí.
—¿Qué demonios estás haciendo? ¿Quieres que te expulsen de la academia en tu primer día? —Kia dijo en voz baja.
—Sí, era-
—Hola —De pronto una voz los interrumpió.
Cuando Anon y Kia se volvieron, vieron a Jake de pie allí con su mano en forma de saludo.
—H-Hola, señor Jake —Kia intentó darle la mano pero Jake inmediatamente retiró la suya y la inclinó hacia el lado de Anon.