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Mientras Anon sentía la blandura del trasero de la número 300, sentía que su pene crecía cada segundo.
Anon usó su mano derecha para frotar su clítoris y su mano izquierda para manosear sus abdominales marcados.
—Anhhh~ maestro... tengo una sensación extraña allá abajo —dijo No. 300 mientras su cara se ponía roja y se inclinaba hacia adelante empujando su trasero contra la cara de Anon.
—Sí... Sí... deja que tu cuerpo se suelte —dijo Anon mientras le lamía el coño por detrás.
—Anhhhhh~ algo viene —de inmediato No. 300 sintió un placer inmenso dentro de su coño.
Su coño se apretó inmediatamente. No. 300 pensó que el sexo era solo una forma de introducir los genitales masculinos en los femeninos, pero ahora era todo un mundo nuevo para ella.
—Maestro.... no puedo resistirlo... anhhhhhhhhhh~ —de repente un líquido verde salió de su coño espeso, era como una fuente sin pausa alguna.