—Um, bueno, dejemos eso de lado. Necesito explicarles ese primer desafío mío, ¿verdad? —dijo el hombre, ya que sabía que estaba un poco atrasado en el horario.
Había hablado un poco demasiado, lo cual era la mayor parte del tiempo un gran problema para él, por lo cual necesitaba ir directo al grano y no hablar de cosas sin sentido.
—Sí, de hecho eso es lo que estamos esperando —respondió Aiden, ya que quería saber qué tipo de desafío tendrían que hacer, o mejor dicho que él tendría que hacer, para aprender la técnica de Melinda.
—Me gusta tu entusiasmo, pero probablemente lo perderás pronto por eso es que no lo revelé todavía —dijo el anciano, actuando como si esto fuera todo parte de su plan cuando realmente no lo era.
—Está bien, esta será la última vez que lo diga, pero basta. Necesito hablarles a ambos sobre el desafío por el que tendrán que pasar.