Al mirar a los ojos de Aiden, estaba claro que no había absolutamente ninguna manera para que Alex rechazara su petición.
Debía elaborarla, o de lo contrario probablemente terminaría en el mismo estado que el emperador.
—S-sí, lo haré —dijo Alex, quien ahora se daba cuenta de que no estaba tratando con alguna persona al azar.
La persona frente a él era peligrosa.
—Entonces, ponte a ello. Necesito mantener mis ojos en el emperador mientras tanto —dijo Aiden, ya que no quería correr ningún riesgo de fallar en esta prueba.
El Elixir era simplemente un bono para él, ya que podría ya haber completado esta prueba si quisiera.
Solo quería tener todos los efectos posibles antes de dejar esta prueba.
También extrañaría a Mia, pero no podía hacer mucho al respecto ya que estaría yendo a otro mundo.
—Mmm, para hacer el Elixir, necesito mi equipo pero no está aquí, está en la caseta del jardín —murmuró Alex con preocupación.