Seadrei entrecerró sus ojos cuando se dio cuenta de que Rain quería dominarlo así... sabía que Rain era impertinente, pero se suponía que era más inteligente que eso...
Al final, Seadrei usó cinco de los brazos de agua para abofetear a Rain al mismo tiempo, pero una poderosa explosión ocurrió antes de que pudieran alcanzarlo.
Todo el espacio tembló violentamente, haciendo que la ciudad submarina temblara y se balanceara. Los movimientos del agua enviaron ondas a través de los alrededores, agitando los mismos cimientos de la ciudad. En medio de este caos, Seadrei se esforzaba por percibir los acontecimientos que se desarrollaban ante él. En un momento de observación aguda, discernió los movimientos de brazo aparentemente imperceptibles de Rain, tan rápidos que parecían casi inmóviles al ojo desnudo, desafiando la comprensión convencional del movimiento.