Rain puso su mana a trabajar. Decidió aprovechar todo su mana disponible y canalizarlo para manipular las nubes circundantes en un área masiva de cientos de kilómetros. Su objetivo era buscar cualquier indicio de fuentes de energía inusuales, que podrían contener información crucial.
Mientras Rain simplemente infundía su mana en las nubes, y dado que ya estaba nevando en el área, su mana comenzó a dispersarse silenciosa y uniformemente a lo largo de una vasta extensión. Importante, esta difusión se llevó a cabo de tal manera que no dejaba rastros visibles ni pistas de sus acciones.
Con las nubes actuando como conductores de su mana, Rain extendió efectivamente su alcance sensorial a través de los cielos, cubriendo una área significativa en su búsqueda de firmas de energía peculiares o anomalías.