El grupo se detuvo frente a un almacén envejecido y abandonado. La estructura era grande, lo que indicaba que en el pasado podría haber tenido algún propósito sustancial. Sin embargo, su estado actual y ubicación estaban lejos de ser ideales. Situado en un lugar bastante remoto y desfavorable, no era de extrañar que el almacén hubiera caído en desuso y abandono. A pesar de su tamaño, parecía haber sido abandonado hace tiempo, quizás debido a la inconveniencia de sus alrededores.
—Quiero comprar este lugar —declaró Rain después de usar su magia para contener su conversación con los guardias que los seguían.
—¿Por qué? —preguntó Branden frunciendo el ceño.
—... ¿Quieres hacer una tienda o algo así aquí para vender las cosas que tenemos? —preguntó Orcis mientras se frotaba la barbilla pensativo—. Eso tiene sentido, pero eventualmente nos quedaremos sin cosas para vender.