La mente de Nick casi se detiene.
—¿¡Horua iba a ser asesinado?!
—¿Qué?
—Dime que estás bromeando —dijo Nick con serenidad.
—No estoy bromeando —dijo Wyntor.
—¿¡Estás loco?! —gritó Nick.
A lo lejos, Horua escuchó a Nick y se angustió de nuevo.
—No, no estoy loco —dijo Wyntor con calma pero firmemente—. Estoy haciendo lo mejor para la empresa.
—Es mi trabajo hacer que esta empresa prospere y sea rentable.
—De hecho, lidiar con estas cosas ni siquiera es directamente mi trabajo.
—Es el tuyo.
—El hecho de que estoy dispuesto a enviar a Pator para tratar el asunto es un favor para ti.
—Estoy siendo indulgente porque no sabes cómo funcionan los Fabricantes de Zephyx y el mundo de los negocios.
Nick apretó los dientes. —¿¡Estás dispuesto a matar a un jodido niño?!
—¿Ahora es un niño? —preguntó Wyntor con molestia—. Antes, lo contrataste como si fuera un adulto competente.
—Lo trataste como un adulto. Entonces, tiene que asumir la responsabilidad de sus actos como un adulto.
—Cumple su contrato o enfrenta las consecuencias —dijo Wyntor.
—¡Tiene jodidos once años, Wyntor! —Nick casi gritó—. ¡¿Estás dispuesto a matar a un niño de once años por tu negocio?!
—Nuestro negocio, Nick —dijo Wyntor—. Además, tú no eres mucho mejor. Estabas dispuesto a hacer que un niño trabajara con un Espectro, el enemigo natural de la humanidad y la existencia más peligrosa del mundo.
—¡Te advertí! —Wyntor gritó un poco—. ¡Te dije que esta es tu responsabilidad! Pero en cuanto algo sale mal, ¡no tienes la madurez para manejarlo!
—¡Ahora soy yo el que tiene que ocuparse de este problema!
—¡Porque fuiste incapaz de hacer bien tu trabajo, ahora tengo que dar la orden de matar a un niño!
—¡¿Crees que esto es fácil para mí?!
—¡¿Crees que soy una especie de máquina fría que no puede sentir nada?!—gritó.
—¡También me jode matar al niño, pero tengo que hacerlo!—exclamó.
—¡Si no lo hago, todo lo que he sacrificado por este negocio será en vano!—se lamentó.
—¡Además, cómo crees que se sentirá Pator?!—indagó.
—Pator ha sido entrenado para lidiar con estas cosas, ¡pero nunca antes ha matado a un jodido niño!—aseveró.
—¡Esto también lo va a afectar durante mucho tiempo!—admitió.
—¡Porque no puedes lidiar con tus propios errores, otras dos personas tienen que sufrir!—reprochó.
—¡Tu estupidez, indecisión y debilidad mental son la razón por la cual Pator y yo ahora tenemos que pasar por esta mierda!—exclamó con furia.
—¡Aún más, si simplemente hubieras decidido no contratarlo después de que te advertí, él tampoco tendría que morir!—gritó Wyntor.
—¡Entonces por qué no me detuviste!—gritó Nick a cambio.
—¡Porque es tu responsabilidad!—dijo Wyntor con un tono agresivo.
—¡Eres mi Extractor Principal Zephyx! ¡Eres un líder! ¡Eres un gestor!—continuó Wyntor.
—¡Esta es la diferencia entre un Extractor de Zephyx y un Extractor Principal Zephyx!—explicó.
—¡Responsabilidad!—enfatizó.
—¡Si un Extractor muere, es tu culpa!—acusó.
—¡Tus procesos no fueron lo suficientemente buenos, o elegiste a la persona equivocada, o has obligado a alguien a trabajar en el momento incorrecto!—enumeró.
—¡Si algo le sucede a un Extractor o a un Espectro, siempre eres, al menos, parcialmente responsable!—afirmó Wyntor.
—¡Tú tomas las decisiones!—dijo con severidad.
—¡Tienes toda la libertad!—expuso.
—¡Pero si algo sale mal, la culpa es tuya!—finalizó.
Nick apretó los dientes.
Reconoció que lo que Wyntor decía tenía sentido y que tenía razón…
Pero Horua era solo un niño!
No importaba cuán responsable se sintiera Nick, ¡simplemente parecía incorrecto matar a un niño!
Nick apretó sus puños con toda su fuerza, el dolor le hacía un poco más fácil pensar.
—Enfréntate al problema —ordenó Wyntor mientras se sentaba de nuevo.
—Si necesitas que Pator tome cartas en el asunto, dímelo.
—Te di este puesto porque sentí que podía confiar en ti y porque sentí que tenías el talento y la mentalidad para ello.
—No traiciones mi confianza en ti —dijo Wyntor.
Nick no respondió y solo rechinó los dientes mientras miraba fijamente el escritorio.
En ese momento, Nick fue abrumado por un tsunami de ira, frustración, culpa, miedo, incertidumbre e impotencia.
«Yo fui quien lo contrató», pensó Nick con dolor.
«Yo fui quien tomó la decisión».
«Sin embargo…», pensó Nick mientras miraba a Wyntor de nuevo.
—Wyntor —dijo Nick lentamente.
Wyntor no respondió.
—Sí, es mi responsabilidad —dijo Nick—. Sin embargo, ¿por qué no me dijiste lo que pasaría si Horua decidiera renunciar?
—Sé que no necesitabas hacerlo, pero siento que esto se podría haber evitado si tan solo me lo hubieras dicho.
Wyntor no respondió durante varios segundos.
—Necesitaba que aprendieras —dijo Wyntor—. Tenía que mostrarte qué tipo de poder tienes y necesitaba mostrarte lo que sucedería si lo usabas irresponsablemente.
—En este momento, la empresa aún es nueva, y nuestra supervivencia aún no está intrínsecamente conectada al éxito.
—Si algo sale mal ahora, todavía puedo corregirlo.
Después de eso, Wyntor se quedó en silencio.
Nick respiró profundo.
«Al final, es mi culpa», pensó Nick.
«Debí haber sabido que Horua no estaba en capacidad de tomar una decisión tan grande».
—Nunca debí haberle dicho que se convertiría en un Extractor de Zephyx.
Nick tomó otra respiración profunda mientras se giraba para mirar al distante Horua.
Al momento siguiente, Nick apretó los dientes y entrecerró los ojos.
—Y es mi responsabilidad enfrentarme al problema.
—¡Lo siento tanto, Horua!
Nick caminó hacia Horua.
Cuando Horua vio la expresión de Nick, se aterrorizó y se quedó paralizado.
Nick agarró el brazo de Horua y lo arrastró hacia la Unidad de Contención.
La cara de Horua se volvió completamente blanca y su cuerpo comenzó a temblar.
—¡No!
—¡No, Nick!
—¡Qué estás haciendo!
Nick apretó más los dientes.
—Lo siento, Horua, pero tienes que trabajar con el Soñador —dijo Nick con un tono oscuro.
—¡No! ¡No! ¡Nick, no quiero! ¡Por favor! —Horua gritó mientras intentaba con todas sus fuerzas liberarse del agarre de Nick.
—Lo siento —repitió Nick—. Tampoco quiero hacer esto.
—¡Pero solo lo hago por tu bien!
—Puedes odiarme si quieres, pero ahora mismo, necesito que trabajes con el Soñador.
—¡No! ¡Por favor! ¡No! —gritó Horua mientras comenzaba a morder la mano de Nick.
Nick empezó a sangrar, pero simplemente continuó arrastrando a Horua.
Nick abrió la puerta para el Soñador.
Y cuando se abrió completamente, Nick empujó a Horua hacia adentro antes de entrar él también.
Al segundo siguiente, la puerta se cerró detrás de él.