Después de compartir un beso romántico, Song Yu Han la atrajo hacia su abrazo y luego levantó todo su cuerpo en el aire.
Un fuerte jadeo escapó de los labios de Ran Xueyi mientras él la llevaba hacia las escaleras. Por cómo iban las cosas, Song Yu Han planeaba continuar donde lo habían dejado en su dormitorio.
En tales circunstancias, Ran Xueyi estaba extremadamente nerviosa. No era que no tuviera experiencia. Sabía lo que iba a suceder después de entrar al dormitorio, pero para ser honesta, le daba demasiada vergüenza decirle a Song Yu Han que todavía era virgen.
No era que Ran Xueyi no lo había intentado en el pasado. De hecho, trató de seducir e incluso envió insinuaciones a Yang Buahua, pero él siempre permanecía ajeno a sus avances.
Ran Xueyi recordó aquella vez que finalmente decidió dar el siguiente paso en su relación, pensando que estaba bien que Yang Baihua tuviera su virginidad ya que de todos modos iban a casarse. Él iba a ser su esposo pronto.