Alicia lo miró a Lance de arriba abajo. ¿Por qué tenía un aspecto tan poco propio de él?
—¿Por qué te ves así? ¿Te rompieron el corazón? —preguntó Alicia en tono ligero. Había sido un chiste aunque le preocupaba saber qué le pasaba, pero su reacción la dejó aún más intrigada.
Su comportamiento cambió de repente y parecía descorazonado. Su línea de la mandíbula se tensó como si intentara suprimir alguna emoción que luchaba por salir.
—¿Estás bien? —preguntó Alicia preocupada.
—No... creo que no —dijo él con una triste sonrisa, una que Alicia nunca había visto antes.
Luego le preguntó:
—¿Y tú estás bien? Ella era... tu amiga.
—¿Quién? —preguntó Alicia confundida.
—Susan.
—¿Por qué no iba a estarlo? ¿Dónde está ella, por cierto? No la he visto en todo el día —dijo Alicia mientras miraba en dirección a la puerta. Si Lance había podido escuchar acerca de este alboroto aquí, definitivamente Susan ya debería haber llegado.