Pronto, se vio a Fu Hua dirigiéndose al área de comedor. Fu Hee suspiró aliviada cuando lo vio y se consoló pensando que no había pasado nada entre él y Jia Li la noche anterior.
—Fu Hua, ¿por qué sales tan tarde? Te hemos estado esperando —dijo Fu Hee con la mirada fija en él.
—¿Desde cuándo empezamos a esperar a que todos se reúnan antes del desayuno? Hasta donde recuerdo, el Abuelo es la persona que todos esperamos —dijo Fu Hua mientras encontraba un asiento vacío y se sentaba.
—¿Está Jia Li durmiendo? —preguntó el Abuelo Fu echándole un vistazo a Fu Hua.
—Sí —respondió Fu Hua mientras tomaba la taza de café negro que un sirviente acababa de dejar frente a él.
Fu ChunHua tenía una sonrisa en el rostro cuando dijo:
—Luego, tendrás que llevarle algo de desayuno a Jia Li.
Fu Hua la miró y al verla sonriendo de oreja a oreja, supuso que debió haber sido ella quien lo drogó y todo cobró sentido.