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Los ojos de Hua Yuxi se detuvieron en la amplia gama de hombres ocultos que se mezclaban entre la multitud. Tantos guardias...
—Cuando Yang Feng movió su muñeca, algunos guardias se adelantaron llevando grandes regalos. "No estaba seguro de lo que preferías".
—Hua Yuxi los miró con desinterés: "Prefiero bisnietos".
—Los ojos de Zhao Lifei se abrieron tanto como platos: "¡Wai-po!"
—¿Cuántos?" Yang Feng respondió con calma, la comisura izquierda de sus labios se inclinó en una sonrisa complacida.
—¿Cuántos puedes darme?" preguntó contenta Hua Yuxi, con una sonrisa cariñosa en su rostro. Bisnietos... Qué encantador. Era su sueño vivir lo suficiente para verlos.
—Tantos como ella pueda tener con salud".
—Zhao Lifei le pellizcó el brazo, advirtiéndole que no hablara más. Cuanto más lo hacía, más falsas esperanzas le daba a su Wai-po. Ella sólo quería dos o tres hijos, a pesar de la política vigente. Mientras uno tenga dinero, puede tener tantos como quiera.