Bab 15: Provocándola de nuevo

—¿Qué dijo? ¿Me acaba de maldecir para que me muera? Muy bien, Qin Yan, me has provocado con éxito. Vamos a ver qué te hago —emitió Chen Xiang un aura maliciosa.

Qin Muran observó su espalda enfurecida y sus labios se curvaron en una sonrisa malvada.

Qin Yan entró en el aula. Había algunos asientos vacíos. Esos pertenecían a los estudiantes que o estaban saltándose la clase o llegaban tarde. El resto de los asientos estaban mayormente ocupados.

En el momento en que entró al aula, casi todos los estudiantes se voltearon para mirarla.

—Wow… ¿por qué está aquí Qin Yan? ¿No ha estado ausente todo el semestre?

—Sigue siendo tan fea. La vista de ese acné en su rostro es suficiente para hacerme vomitar la cena de anoche…

—Ay, mira su figura... Joder, realmente está tirando la cara de la clase.

Los estudiantes murmuraban rampantes entre sí. Sus miradas estaban llenas de desdén mientras miraban a Qin Yan.

En el pasado, Qin Yan nunca pudo entender su comportamiento. Ella solo era un poco gorda y no muy agraciada de ver. Ella se había mantenido con un perfil bajo, y sin embargo, toda su clase parecía odiarla. De hecho, parecía que a toda la escuela le gustaba burlarse de ella. Pero ahora, entendió que esto probablemente había sido obra de Qin Muran.

En cuanto a las miradas extrañas y los susurros entre sus compañeros, Qin Yan estaba demasiado perezosa para perder el tiempo con ellos. Ignoró sus charlas y se dirigió hacia su asiento. Mu Yuyin esperaba esta oportunidad. Estiró su pierna para hacer tropezar a Qin Yan. Quería que cayera de cara como lo había hecho Yang Lin ese día.

Qin Yan vio su pierna estirada, —¡Já, pequeños bastardos! Ni siquiera saben otros movimientos. Usar ese movimiento tan patético conmigo, les enseñaré una dura lección.

Qin Yan avanzó y pisó directamente la pierna de Mu Yuyin. También usó su zapato para rozar contra la piel de la otra.

—¡Ahh! —Se oyó un grito agudo. Qin Yan se tapó las orejas y se apartó.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Mu Yuyin junto con sus maldiciones, —¡Maldita zorra! ¿Por qué pisaste mi pierna? Joder, ¡es tan doloroso! ¿No podré caminar a partir de ahora?

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Todo el que esperaba que Qin Yan se ridiculizara estaba estupefacto. Volvieron en sí al oír el grito de Mu Yuyin.

Algunos se apresuraron a tranquilizarla, mientras que otros exigían una explicación a Qin Yan —Qin Gordita, ¿por qué atacaste a Yuyin? Tienes que dar una explicación razonable; de lo contrario, no te dejaré pasar —preguntó enojado Fu Jingze. Él también era un admirador de Qin Muran y, sabiendo que Mu Yuyin era su mejor amiga, intentaba ganarse el favor de Mu Yuyin.

Qin Yan miró calmadamente a Fu Yuyin —Yo caminaba normalmente. Si ella no hubiera estirado su pierna para hacerme tropezar, no la habría pisado. Si todavía exiges una explicación, podremos pedir las grabaciones de vigilancia de la escuela. Esa sería la mejor explicación.

Todos los estudiantes estaban estupefactos. '¿Qué pasa con la gordita hoy! Normalmente, se tomaba todos los abusos en silencio, pero ahora respondió, ¡y con una razón tan concreta!'

Fu Jingze aún preguntó enojado —Incluso si ella estiró su pierna, podrías haber pasado de lado al verla. No había razón para pisarla. ¡Mira cuánto se ha lesionado!

Qin Yan la miró fríamente —No soy la Madre Teresa, para tu conocimiento —. Mirando ferozmente a sus compañeros de clase, expresó —Si nadie me provoca, tampoco me molestaré con nadie. Pero si alguien tiene malas intenciones hacia mí, me aseguraré de que paguen cien veces. Ojo por ojo, diente por diente.

Toda la clase cayó en silencio. Nadie esperaba que Qin Yan fuera tan feroz. Todos se asustaron por su comportamiento. Mu Yuyin fue llevada al enfermería y todos volvieron a sus asientos.

Qin Yan buscó en la sala y finalmente encontró que su escritorio había sido movido al rincón más izquierdo del aula.

Además, la mayoría de los asientos que antes estaban vacíos ahora estaban ocupados. ¡Resulta que todos los estudiantes iban a asistir a la clase de Lin Dongxu!

Lin Dongxu estaba junto al pizarrón y alzó la voz en tono estricto —Qin Yan, es hora de clase. ¿Por qué estás parada ahí?

Todos los estudiantes se volvieron a mirarla desde sus asientos. Qin Yan estaba sola entre las filas de mesas.

Se giró y vio que en la cara de Lin Dongxu, de mediana edad, había una expresión especialmente odiosa.

Ella siempre había mantenido un perfil bajo y solo estaba tomando algo de tiempo para encontrar su asiento. Eso no podía ser suficiente para que el Profesor Lin la odiara tanto, ¿verdad?

Viendo que este era su profesor, todavía decidió responder respetuosamente —Ahora volveré a mi asiento.

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