—Aún es un poco difícil cargar, pero debería ser bastante útil en la lucha. Aunque debo admitir que si quisiera recrear su poder original que atravesó al gigante y al dragón, tendría que quedarme quieta y tomarme un tiempo para reunir la energía requerida —dijo Shiro mientras giraba la lanza.
—Tomé eso en consideración, así que no tienes que preocuparte. Solo piensa en esto como una especie de carta del triunfo —asintió Kuromi con una sonrisa.
—Justo. Entonces, ¿qué hacemos ahora? Hemos terminado la mayoría de nuestras preparaciones en términos de mejorar el hechizo y reparar la lanza. Con la familia real llegando a Teriu en un día más o menos, tenemos otras 24 horas disponibles. ¿Hay algo más en lo que deberíamos mejorar? —preguntó Shiro mientras desactivaba su armadura. Cortando su conexión con la lanza, esta volvió a su apariencia original.