Al establecer el campamento, Shiro caminó hacia Reyna con su 'sopa' en mano.
La comida que prometieron era esta sopa viscosa que, en su opinión, tenía una textura horrible. Aunque eso era poco comparado a como le resultaba completamente insípida. No podía saborear el sabor en absoluto.
—¿Buena sopa, eh? —Shiro soltó una risita y se sentó al lado de Reyna.
—Jajaja… Sí, no es la mejor pero tienes que lidiar con eso, supongo —Ella soltó una risita.
—Oye, si no es demasiada molestia para ti, ¿podrías mostrarme algo de magia sanadora? —Shiro preguntó mientras bebía la sopa de un sorbo e impedía que le subiera de nuevo.
Haciendo una cara de disgusto, dejó el tazón a un lado y rápidamente puso un caramelo en su boca.
—¿Así que ese era tu objetivo principal? —preguntó Reyna.
—¿Objetivo principal?
—Bueno, te acercaste a mí y fuiste demasiado amistosa. Mi mejor apuesta era que querías algo de mí —Ella respondió.