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Además de haber sido secuestrada por traficantes a los cuatro años, también recordaba haber sido golpeada a los tres.
En realidad, la mayoría de los niños a los tres años deberían tener poca memoria. Ella recordaba vagamente haber sido golpeada a esa edad, pero quizás el recuerdo fue tan profundo que en sus sueños, podía oír claramente las regañinas de Poppy.
—Escucha, mi hija debería estar viviendo una vida de lujo, y tú, tú solo mereces vivir para siempre en esta sucia alcantarilla, en la cloaca maloliente!
Keira sonrió con amargura.
No esperaba tener un sueño así después de tanto tiempo.
Quizás los sueños revelaban los pensamientos de uno. A menudo soñaba con ser Isla y que la Sra. Olsen fuera su madre...
Matthew preguntó:
—¿Qué hay de cuando tenías tres o cuatro años?
—Nada.
Keira no quería hablar del pasado.