—Nora caminó por el pasillo oscuramente iluminado y se preguntó por qué estaba participando en el tonto juego. —¿Y qué tipo de desafío era ir al final de la casa de vacaciones y agarrar una antigüedad de allí? ¿Cómo si tuviera miedo de los fantasmas? Los vivos eran más aterradores.
—¿Estas personas realmente pensaban que se asustaría por unas pocas historias que habían oído sobre fantasmas que vivían en una esquina de esta casa desde que llegaron aquí ayer? —Mientras caminaba, se preguntó cómo reaccionarían si no regresaba y en cambio se iba a su propia habitación. ¿Tendrían el valor de venir a buscarla? O aún mejor, podría maquillarse y salir después de un tiempo, fingiendo ser su propio fantasma. Eso definitivamente les enseñaría una lección.