—(Desde la perspectiva de Demetrio)
Era tarde cuando mi esposa regresó. No dijo cuándo volvería cuando se fue. Pero no pensé que se quedaría fuera tanto tiempo.
Una criada me dijo que había vuelto porque así se lo había ordenado. Me quedé frente a la puerta abierta de su oficina, observándola clasificar apresuradamente algunos documentos y hablando con su mago personal y su caballero.
—¿Sabes qué documentos están en el archivo, verdad? —preguntó mientras volvía a comprobarlos apresuradamente.
—Realmente no creo que tenga que recordarlos, ya que Su Alteza está enviando una carta junto con el archivo —murmuró Flint—. Pero como soy un genio, los recuerdo bastante bien.
—Eres muy arrogante, en serio —gruñó Perita.
—Estoy muy enfadado con Su Alteza porque no me llevó. Todos ustedes se divirtieron y solo yo tuve que quedarme —dijo.