(Desde la perspectiva de Blue)
Me relajé en el agua caliente del baño.
—Su Alteza, ¿qué aceite prefiere? —preguntó Ruby.
—Eh... Hierba de limón —respondí.
Mis hombros se sentían tensos y me dolía la cabeza, pero aún así me sentía un poco relajada. Tal vez era por el agua caliente.
—Su Alteza, ¿debería darle un masaje en el hombro? —preguntó Ruby.
—Oh, sí —respondí rápidamente.
Me masajeó los hombros y el cuello.
—Realmente eres una santa —dije—. Dios, me dolían mucho los hombros. Ahora se siente mejor.
—¿Qué está diciendo, Su Alteza? ¿Una santa y yo? Si alguien tiene que ser eso, debe ser usted.
—Jaja, deja de bromear —me reí.
—No, no estoy bromeando, Su Alteza. Estoy diciendo la verdad —dijo ella—. Aunque no podía verla ya que estaba detrás de mí, podía decir que estaba poniendo ojos de cachorro.