"¿Qué?—Mary jadeó incrédula, incapaz de digerir todo lo que Juliet acababa de contarle—. Todavía recuerdo cuando todavía estaba en la cárcel y Felicia acababa de ser encarcelada. La Sra. Evans, madre de Felicia, me había dicho que fue una pelea la que ocurrió entre Felicia y Erika. "¿Pero por qué no me contaste nada de esto cuando todavía me visitabas?—preguntó a Juliet.
-No lo sé, mamá —respondió Juliet—. Supongo que lo consideré innecesario y tal vez pensé que ya te habías enterado, ya que tú y Felicia siempre maquinaban juntas.
-Nunca habría ayudado a Felicia en el pasado si hubiera sabido que así me iba a recompensar, después de todo lo que hice por ella —intervino Mary—. ¿Cree que no necesita ayuda, verdad? Bueno, ya veremos —prometió mientras miraba al vacío.
Desde fuera de la habitación, Erika ya había escuchado todo de lo que hablaban y no pudo evitar morderse los labios en señal de decepción.