Rodando por la carretera aledaña a la costa, el pequeño camión Keitora avanzaba mientras la luz del sol poniente iluminaba todo su interior.
"Ya te lo dije mocoso, cuando hables con alguien a partir de ahora, no debes bajar la mirada o actuar dubitativamente, tienes que ser fuerte"
Mientras conducía, nuestro protagonista hablaban con un tono de voz un poco serio, un poco en broma.
"Lo siento… es que… mi mente aún recuerda lo que ha pasado"
En el asiento del copiloto, Yuu-chan respondió mientras miraba por la ventana el paisaje cambiante.
En su mente, todo lo que le había sucedido en este día se rebobinaba una y otra vez.
La enterarse de lo que hicieron las mujeres de quien estaba enamorado.
El secuestro de esas cuatro personas y se infiltraron en esa vieja fábrica.
La forma tan salvaje en como él mismo las mató…
¡Toda su vida había sido puesta patas arriba!
Y por último, ahora posiblemente era un fugitivo y estaba viajando junto a este sujeto, quien muy posiblemente no sea una persona normal.
¡No, peor que eso, muy posiblemente no sea una persona, pues las cosas que podía hacer no eran para nada algo que un humano podría hacer!
¡Y es que reducir los cuerpos humanos al tamaño de unas papas secas era algo que causaría un terror en cualquiera que lo viera!
Pero por alguna razón que no comprendía, esto no le causó tanto miedo como para huir.
Es más, es como si algo dentro del hubiera cambiado, ya no sintiéndose tan asustado como lo era siempre.
"Bueno, lo que sea, es mejor que lo recuerdes" – Yuuma resopló – "Ahora iremos a la prefectura de Yokohama para nuestra próxima misión"
Yuu-chan giró la cabeza y miró a nuestro protagonista con un rostro complicado.
"¿Qué? ¿No me digas que pensaste que esos tres pobres imbéciles eran las únicas lacras que existen en este mundo? je" – Yuuma habló con un tono burlón.
"No pero… es que… ¿Qué quieres decir con nueva misión?"
"Lo que debes de saber es que debo resolver cinco problemas en menos de cinco días. Bueno, cuatro en realidad, pues el salvar a las mujeres con las que vives fue una de ellas"
Yuu-chan puso una mirada aún más complicada, pues no entendía muy bien lo que nuestro protagonista decía.
¿Resolver problemas en menos de cinco días?
¿El salvar a Kyouka y sus hijas era uno de esos problemas?
¿Qué significaba todo ello?
"No lo pienses mucho, velo como si yo fuera un profeta enviado por Kami para evitar que algunas desgracias ocurran en el mundo" – Yuuma volvió a hablar graciosamente.
"No te burles de mi… no me trates como a un niño" – murmuró Yuu-chan mientras miraba hacia adelante.
"Jajaja, perdón por sonar a burla, pero lo que te digo es la verdad, más o menos"
Yuuma se disculpó y siguió conduciendo, haciendo que el silencio se instaure dentro de la cabina del pequeño camión.
"Gracias"
Luego de un largo momento de silencio, Yuu-chan habló.
"¿Humh? ¿Por qué me agradeces?"
"No entiendo que cosas dices… pero te agradezco que lograras salvar a Kyouka y a sus hijas de ser mancilladas por esos bastardos" – el muchacho respondió.
Yuuma vio que el muchacho no titubeó cuando habló, lo que lo hizo sonreír ligeramente, no de forma burlona, sino de forma asertiva.
"Aun las extrañas ¿verdad?" – Yuuma preguntó.
"Mentiría si dijera que no… pero no puedo pensar en ellas sin recordar todo lo ocurrido"
Si bien era evidente que el niño aun mostraba dolor al hablar de esas tres mujeres, era evidente que él las quería bastante, por eso es que sufría tanto.
Y no era para menos, pues debe ser un gran trauma para un hombre ver lo que el chico vio.
Incluso cuando sabía que ellas estaban drogadas con afrodisiacos, motivos por el cual no tenían la conciencia para defenderlo, lo que enojaba y frustraba al mocoso era que ellas habían estado tan dispuestas a dejarlo solo e irse con otros sujetos para recibir un 'masaje'.
¡Incluso hasta un estúpido se habría dado cuenta de que todo eso era realmente extraño!
Y nuestro protagonista entendía esto.
"Bueno, hasta cierto punto te entiendo, pues yo tampoco creería en sus palabras luego de haber visto lo que viste ¿Pero sabes? Las cosas pasan por algo. Quizás ellas vuelvan a caer en el futuro, quizás no, tu no lo sabes, por ello debes seguir los pasos de los cuales si puedas estar seguro"
"¿A qué te refieres?" – el muchacho preguntó confundido.
"Dime ¿volverás a vivir con ellas o volverás a tener sexo con ellas? mejor dicho ¿volverás a confiar en ellas?"
La pregunta de nuestro protagonista hizo que el muchacho se quedara pensativo nuevamente.
¿Podía dar una respuesta honesta en estos momentos? No, por supuesto que no.
Pero algo era claro, él sabía que las cosas no serían igual que antes.
"No puedes responder ¿verdad? Y eso es lo normal, tu mente está tan jodida que ni siquiera puedes pensar que hacer ahora mismo con respecto a ese tema. Sin embargo, sin siquiera pensarlo, te subiste a este camión y estas viajando conmigo, eso es un hecho"
Yuu-chan no supo que decir ante estas palabras.
"Tu mente está muy dubitativa, pero en lo que respecta a seguirme, eso no te hizo dudar para nada ¿eso no te da una idea?"
"N-No entiendo"
"Ah… demonios, tan bien que ibas" – Yuuma sonrió irónicamente – "mira, tu destino es seguirme mocoso idiota. Si lo haces, te ayudaré a lograr tus metas"
Yuu-chan abrió ligeramente los ojos ante estas palabras.
Era verdad que al inicio este tipo lo asustaba mucho, pero ahora no le causaba miedo. Es más, se sentía muy relajado en estos momentos.
Además, sentía que cada vez que nuestro protagonista hablaba, el lo obedecía ya que encontraba razonable todo lo que le decía.
Pero esto… ¿esto significaba que debía seguirlo?
"Querías venganza de esos tipos ¿no? te ayude a obtenerla. Si, los mataste, pero te ayudé a cubrir todas las huellas al exterminar los cuerpos. En el futuro, te ayudaré a entrenar tu cuerpo, a ser más confiable, a ser un buen hombre, uno que hará que esas mujeres se arrepientan de haberte abandonado"
Las palabras que Yuuma pronunciaba hacían que la mente del muchacho poco a poco recuperara la confianza que había perdido.
"Solo debes seguirme, trabajar para mí, y te ayudaré con tus limitaciones" – nuestro protagonista habló con un tono de voz sincero.
Si bien él no necesitaba hacer nada, pues con el paso de las semanas y por acción del sistema una cierta influencia recaería en la mente del mocoso y lo orientaría a ser su subordinado, nuestro protagonista no quería hacerlo de esa forma.
No quería utilizar una especie de control mental para lograr sus objetivos, pues lo consideraba una acción estúpida y aburrida.
Por ello quería convencer al mocoso con las palabras.
Yuu-chan miró hacia adelante, imaginando todo lo que nuestro protagonista decía.
Prácticamente ya no tenía a donde ir, pues había desaparecido justo al mismo tiempo que los dueños y trabajadores de esas posada. Había dejado una carta muy comprometedora, había robado un auto, e incluso si no se enteraban de ello, había matado a esas basuras.
Por ello no tenía a donde más ir.
Por ello es que en su mente tomó una decisión.
"Está bien…confiaré en ti y te seguiré" – el muchacho respondió con resolución.
"Jajaja, eso es bueno muchacho, verás que no te arrepentirás" – nuestro protagonista sonrió – "Entonces puedes empezar a llamarme Yuuma, será un gusto trabajar contigo"
"Mi nombre es Yuukiteru… será un gusto trabajar contigo Yuuma-san"
"Te diré mocoso ya que tu nombre es muy largo" – Yuuma habló – "Como te dije, debemos ir a la prefectura de Yokohama y buscar a un chico llamado Mori Hiroki, debeos de salvarlo de una amiga que le arruinará la vida"
"¿Eh? Te refieres a Hiroki Mori que estudia en la Yokurime Highschool?" – de repente Yuu-chan habló en respuesta a las palabras de nuestro protagonista.
"¿Oh? ¿lo conoces?"
"Si… es tipo estudia en el mismo lugar que yo"
'Vaya… las cosas se ponen más fácil'
Nuestro protagonista murmuró mentalmente mientras que la pantalla del sistema mostraba su segunda misión.
*Ding, ding, ding*
[Segundo objetivo: evitar que la amiga de Mori Hiroki arruine su vida al hacer que su madre y su hermana caigan ante la depravación. Estos personajes provienen del hentai NTR 'Kokujin No Tenkousei NTR Ru']