"Buah... que cansada me siento … "
Soltando un quejido, Yuiko Okuzumi abrió pesadamente los ojos al mismo tiempo que estiraba perezosamente todo su cuerpo, desordenando las sábanas que la cubrían.
"Ese sueño... ¡Dios! que vergüenza… no pensé que podría soñar algo como eso… no volveré a tomar más… ¿Humh?"
Ella había tenido un sueño realmente loco, en donde despertaba de madrugada en la casa de su amiga y veía a escondidas como Harumi y Yuuma tenían sexo.
Recordaba que el ese sueño se había masturbado viendo a la pareja, en medio de una gran excitación que la inundó por completo y la hizo perder el conocimiento.
¡Ese fue el sueño más vivido que había tenido en su vida!
No obstante, sus palabras quedaron atoradas en medio de su boca cuando vio en donde se encontraba ahora mismo.
Al momento que miró el techo y sus alrededores, se dio cuenta que el lugar en donde se encontraba no era u habitación, sino que era la sala del departamento de su amiga.
¡Justo como en ese sueño!
*Sniff*
Sniff*
"¿Humh? Ah… que rico huele~"
De pronto, el agradable olor a carne de pollo frito a la parrilla sus fosas nasales, así como la mezcla aromatizante de especias que le daban un toque exquisito al guiso que se estaba cocinando.
"Oh, buenos días Okuzumi-san, se ve que disfrutaste de una buena siesta"
Yuiko se quedó quieta con una cara estupefacta al ver como la persona que había visto en su sueños le habló tan a la ligera mientras que seguía moviéndose por la cocina del departamento.
Probando la comida que preparaba, moviendo el instrumental culinario con gran entendimiento, teniendo una mirada concentrada en lo que estaba haciendo.
¡Yuuma, el sujeto que se folló sin sentido a su amiga en sus sueños, ahora mismo se veía malditamente bien debido a su atuendo y por sus acciones!
"B-Buenos días Miyamoto-san…" – Yuiko con las justas pudo responder al saludo, ya que su mente en estos momentos era un caos.
'¿No fue un sueño?… no puede ser… ¿en verdad pasó?'
¡Yuiko abrió los ojos al darse cuenta que todo lo que ella pensaba que había soñado en realidad muy posiblemente había pasado!
'E-Espera… seguro que fue un sueño ¡Si, eso es! Yo solo recuerdo haberme desmayado mientras los veía hacerlo… Así que, ¿Cómo es que amanecí aquí?... jaja, eso quiere decir que si fue un sueño'
La mujer comenzó a sonreír nerviosamente mientras trataba de convencerse de que todo lo que recordaba no había pasado y no dejar que su rostro mostrara alguna señal de inquietud.
'¡Claro que no fue una sueño!'
Yuiko era presa del pánico.
¡Obviamente todo lo que vio y escuchó fue real, por lo que su vergüenza e inquietud se disparó por las nubes!
¡Y es que, lo que más le causaba vergüenza no era el haber visto lo que vio, sino el que Yuuma se haya dado cuenta de ello ya que lo más probable es que él fue quien la trajo de regreso al mueble!
¡Por ello Yuiko quería morir en estos momentos!
Yuuma sonrió mientras miraba de reojo la forma tan nerviosa de Yuiko en estos momentos.
Si fuera en cualquier otro momento, ella mostraría una rostro calmado y apacible, como si nada la afectara. No obstante, en estos momentos, ella claramente trataba de mantenerse tranquila, pero a los ojos de Yuuma, no lo podía hacer.
"Esto… ¿Dónde está Harumi?" – luego de un momento en silencio, Yuiko preguntó.
"Ella sigue durmiendo" – Yuuma respondió tranquilamente mientras seguía cocinando – "Normalmente ella es la que cocina, pero como ella estaba muy agotada, seré yo quien haga la comida. Además, supongo que tienes hambre ¿verdad? No te puedes ir sin comer algo al menos"
"No, yo no tengo-"
*Grrrrr*
Justo cuando Ella iba a responder negativamente, su estómago hizo un crujido que resonó en toda la sala.
"Je, parece que eso es un sí" – Yuuma habló graciosamente.
Decir que Yuiko quería salir corriendo del departamento en estos momentos no era exageración, pues la vergüenza que estaba sintiendo ahora mismo reavivó el nerviosismo inicial que había tenido.
¡Incluso cuando no dijo nada, su rostro estaba tan rojo como un tomate!
Nuestro protagonista sabía que si decía algo más, la mujer explotaría en vergüenza, por lo que conectó su smartphone con el equipo de sonidos para escuchar música.
"Espero no te incomode un poco de música, es que me gusta escucharla mientras cocino"
"E-Es… si, digo no, digo… haaa… no te preocupes" – la pelinegra habló un poco descuidadamente mientras suspiraba. Se sentía realmente estúpida por reaccionar como una colegiala embobada.
Yuuma no dijo nada más, le puso seguir a la música y siguió cocinando.
Ahora mismo en la mente de Seon-Joo muchas cosas estaban dando vueltas.
Ella siempre se había caracterizado por tener una actitud tranquila ante cualquier situación, manejado cualquier tipo de eventos que se presente.
Pero ahora, las cosas estaban siendo muy problemáticas para ella.
Ella no sabía cómo reaccionar ante la presencia de Yuuma ya que no eran precisamente amigos.
Si, habían conversado por momentos en varias ocasiones en la preparatoria; si, era verdad que ella estaba inusualmente interesada el él… pero lo que su amiga le propuso y lo que vio en la madrugada hizo que todo se volviera un caos.
Al menos para ella.
No obstante, sin que Yuiko se diera cuenta, este caos en el que estaba su mente ahora mismo no era algo que la haga sentir mal.
Simplemente la hacía sentir diferente.
"Harumi me contó que a ti te gusta el pollo, por eso estoy haciendo Yakitori (brochetas de pollo) para comer, espero no te moleste" – de repente, Yuuma habló.
"¿Eh? Ah, no, no me molesta" – Yuiko fue sacada de sus pensamientos – "Gracias"
Yuuma solo le dio una sonrisa mientras volvía a cocinar.
La mujer suspiró en silencio tratando de ya no pensar en todo lo que había pasado hasta ahora. Sabía que nada ganaba atormentado su cansado cerebro.
Estiró la mano para coger sus anteojos y su smartphone.
Luego de revisar por un momento todos los mensajes que tenía, observó a nuestro protagonista con detenimiento.
Ahora que tenía los lentes puestos, podía verlo con más claridad.
Todo en el hombre se veía bien.
Mas que bien.
Su rostro atractivo y maduro, su cabello corto y alborotado; su bien formado cuerpo lo hacían parecer una persona realmente caliente.
Tenía puesto una 'tank top' (camiseta sin mangas) negra, la cual permitía resaltar sus muy desarrollados brazos… esos mismos brazos que podían soportar el peso de una mujer sin esfuerzo alguno.
Además, llevaba puesto un delantal blanco que lo hacía ver mucho más sexy de lo que era.
Poco a poco Yuiko dejó su smartphone al lado y solo se quedó observando a nuestro protagonista, viéndolo como cocinada.
Para cualquier otro Japones, el ver por primera vez a alguien con una prenda tan informal, sin ser amigos o tener mucha confianza, podría provocar cierta incomodidad.
No obstante, a Yuiko parecía no molestar las prendas que Yuuma tenía puestas.
Pero lo que más atrajo la mirada del a mujer fue el hecho mismo de que él estuviera cocinando.
Yuiko, a pesar de ser una mujer moderna que sabía lo que quería, en el fondo era muy conservadora.
Si bien ella trabajaba y se valía por sí misma, era por una cuestión de responsabilidad y de madurez, como todo buen ciudadano Japones.
No obstante, ella era una mujer que le gustaban las tradiciones.
El Chanoyu o ceremonia del Té era una de las tantas tradiciones que a ella le gustaba practicar. Incluso si lo utilizaba a veces como una forma de castigo para sus alumnas (en especial las tres chicas de segundo año) lo hacía con el objetivo de que estas tradiciones no se perdieran.
Sin embargo, como mujer conservadora, tenía predeterminado los roles que hombres y mujeres cumplen en una relación.
No es que fuera una mujer retrograda o que fuera una mujer ingenua, simplemente era su forma de ver la vida.
Como dirían algunos, esta 'criada a la antigua'.
Pero eso no significaba que no fuera a tolerar el cambio de algunos roles, pues actualmente todas las personas tienen que saber o hacer casi de todo para poder sobrevivir.
Al igual que las mujeres, los hombres pueden aprender a cocinar y tener la iniciativa de hacerlo para ti. La comida no es una responsabilidad específica de algún género; es una necesidad que todos deberíamos ser capaces de atender.
Pero en este caso particular, ver a Yuuma cocinar con detenimiento era algo que la cautivaba más de lo normal.
Y ella creía que sabía cuál era la razón de esto.
Ella había leído una vez que los momentos difíciles son las principales situaciones que nos muestran la verdadera cara de los amigos y también del amor.
Que un hombre te atienda cuando te sientes mal y postergue algunos pendientes es una clara demostración de afecto. Además, prueba su nivel de compromiso contigo y cuánto le importa tu bienestar.
¿Acaso hay algo tan especial como que el hombre cocine para una mujer?
Este es un gesto significativo para cualquier persona. Por este motivo, si tu pareja se anima a cocinar para ti es una clara muestra de cariño y de querer agasajarte con la mejor de sus intenciones.
Si bien Yuuma estaba cocinando algo que a ella le gustaba, Yuiko sabía que lo hacía principalmente para Harumi.
Verlo como es que alistaba varias cosas en una mesita para comer en cama le decía que le llevaría el almuerzo a la habitación, para sorprenderla cuando Harumi se despierte.
Esto le provocó a Yuiko una sensación agridulce.
A pesar de haber escuchado la corta conversación que ambos tuvieron durante el apasionado sexo, cosa que la sorprendió por completo, parecía que era verdad las muestras de afecto que nuestro protagonista tenía por su amiga.
Mentiría si dijera que ella no sentía envidia de que su amiga por tener a alguien que le demostrara dicho afecto.
Yuiko era una mujer conservadora, quien creía que las relaciones de pareja eran algo serio. Por ello es que ella no había tenido una pareja hasta ahora ya que quería encontrar a la persona correcta con quien compartir el resto de su vida.
Irónicamente, ella se vino a interesar en un hombre que, desgraciadamente, no se alineaba con su forma de ser.
Sabía que Yuuma no era el hombre ideal que ella había tenido en mente para iniciar una relación, por ello es que Yuiko sabía que nunca podría disfrutar de la demostración de placer y afecto que su amiga tenía ahora mismo
Pero ¿Y si ella aceptaba la propuesta de su amiga?
¿Ella también recibiría esa misma muestra de afecto y de placer, verdad?
Después de todo, Yuuma fue quien dijo que tenía muchas mujeres y que tendría más. Además, dijo que la encontraba atractiva ¿verdad?
'¡¿Q-Qué diablos estoy pensando Yuiko Okuzumi?!'
¡Yuiko casi se da un golpe cuando se dio cuenta del tipo de pensamientos que se formaban en su cabeza!
"Bueno, creo que me salió bien la comida, ven, pruébalo" – de repente Yuuma le habló, interrumpiendo los pensamientos de la mujer.
Yuiko vio cómo es que Yuuma ponía una plato en la pequeña barra de la concina, haciéndole un gesto para que se acercara.
La mujer, quien trató de espantar esos pensamientos de su mente, suspiró, se puso de pie y con pasos firmes caminó hasta la barra de la cocina. Se sentó en uno de sus bancos altos y en silencio miró a nuestro protagonista, quien solo le dio una sonrisa como respuesta.
Yuiko tomó el palito de la brocheta y le dio una probada a la carne, abriendo muy grande los ojos por la sorpresa.
"Mmm~ ¡Esto es delicioso!"
"¿No estás mintiendo, verdad? Pensé que no me quedarían bien" – Yuuma respondió.
"¡En verdad están ricos!"
Yuiko, quien hasta hace poco tenía la mente copada de pensamientos intrusivos, no pudo pensar en otra cosa más que en el sabor del Yakitori.
Ella había probado este tipo de brochetas en el pasado, y sabía que no eran la gran cosa pues eran simplemente carne de pollo a la parrilla y varias verduras.
No obstante, las que estaba comiendo ahora mismo tenían algo más, un sabor que hacía que el paladar de Yuiko se derritiera, cosa que la atrapaba mucho.
"Jajaja, entonces lo hice bien" – nuestro protagonista esbozó una suave sonrisa, haciendo que Yuiko se perdiera por un momento en la escena.
La apariencia, el cuerpo, la sonrisa, la personalidad, y ahora la cocina… este hombre frente a ella era en verdad muy misterioso.
Si no fuera por su personalidad mujeriega… sería el hombre ideal.
'Ah… maldición…creo que me volveré loca si pensando en él' – murmuró la mujer – 'Aunque… no parece ser mala opción eh…'
Lo que empezó como una simple curiosidad, ahora había escalado a niveles de los cuales, al parecer, ya no podía escapar.
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Que tal chicos, espero que bien. Aquí les traigo el capítulo del día.
Perdón por no publicar estos días, pero he estado con algunos problemas de salud. Creo que el estrés por mucho trabajo me bajaron las defensas, pues estuve un poco enfermo.
Pero estoy un poco mejor ahora, por ello tuve tiempito para publicar este capítulo.
No obstante, los proximos días tendré más y mas trabajo, por lo que el ritmo de publicación podrá disminuir un poco. Pero tranquilos, no desapareceré.
Gracias por sus comentarios y sus PS, ver esos mensajes cuando entro a la app es lo que motiva a seguir rscriendo (^_^)