Bab 872: Canta y Carga

—¡Ese chico es verdaderamente fuerte!

—Parece un cultivador de espada, ¿no es así? ¡Pero ni siquiera desenfundó su espada!

—Es casi humillante. ¡Su oponente fue aplastado demasiado fácilmente!

—¿No es él el heredero del Dios de la Espada? Sabe lo que hace. Ojalá no me toque enfrentarme a él; no quiero revelar mis cartas maestras todavía —comentó uno con preocupación.

Todos los concursantes en la tercera región estaban más o menos preocupados por el joven que llevaba una espada de madera y rogaban por no encontrarse con él, ya que había asegurado una victoria demasiado fácilmente.

Sobre el continente —un palacio flotaba debajo de una cúpula de cristal. Dos hombres estaban sentados en un pabellón fuera del templo, junto a una mesa con platos. De qué estaban hechos los platos no estaba claro, pero olían delicioso.

Todos los sirvientes presentes eran mujeres delgadas y bonitas vestidas con hermosa ropa; todas tragaban en secreto al ver la maravillosa comida sobre la mesa.