La onda de choque generada tras el choque entre los dos ataques cubrió el mundo entero. Las aguas se abrieron hasta revelar el lecho marino, muchas islas se desmoronaron y el tejido del cielo se destrozó bajo su potencia.
Un simple choque dio lugar a una catástrofe que sumergió al mundo entero en su poder desenfrenado. Muchos seres vivos murieron antes de poder entender qué estaba sucediendo. Solo las criaturas que habían escapado al otro lado del plano lograron sobrevivir después de sufrir graves lesiones.
El mundo vio desaparecer su fauna y flora de nuevo. ¡Nada podía resistir el poder generado por el choque entre dos existencias capaces de potencia divina!
El rayo tenía mayores capacidades de perforación, pero agotó parte de su poder al volar a través de la ola de llamas negras. Para cuando alcanzó a Noah, él pudo detenerlo con sus manos desnudas.
Noah agarró el rayo y apretó su agarre. El ataque se deshizo en una ola de chispas que quemaban al tocar las llamas negras.