Los cinco Príncipes y Princesas abandonaron la región después de completar su tarea. Los expertos de la alianza en la base militar los observaron partir antes de meditar en su mensaje.
El Rey Elbas no era el tipo de cultivador que recurriría a esquemas para tratar con sus oponentes. Tenía determinación y curiosidad, pero no haría nada que pudiese dañar su imagen.
Además, su nivel de cultivo lo alejaba de las luchas políticas. Su único objetivo ahora era ascender, así que las organizaciones no pensaban que la reunión podría ponerlos en peligro.
Informes llegaron a los cuadernos inscritos de la alianza. Aquellos a cargo de supervisar la situación del nuevo continente declararon que los Príncipes y Princesas habían partido hacia la nación Papral.
Las estructuras en el viejo continente luego confirmaron que los Reales habían transmitido su invitación al Imperio antes de regresar a sus respectivas regiones.