Se confirmó que la neblina mística era al menos una zona de peligro de rango 5, pero Noah creía que tenía que haber al menos una criatura de rango 6 en esa vasta e inexplorada área.
Las bestias mágicas naturalmente prosperarían en ausencia de cultivadores, especialmente en un vasto territorio que no había sido objetivo de operaciones de limpieza desde hace quién sabe cuánto tiempo.
Además, la neblina mística parecía estar en una lenta pero constante expansión, lo cual era una clara señal de que la fauna en su interior estaba prosperando.
Noah volaba a través de la niebla a un ritmo promedio.
El entorno obstruía su visión, pero su poderosa mente era suficiente para defenderse de los efectos que la niebla generalmente tenía en esferas mentales más débiles.
Su conciencia natural mejoraba aún más las capacidades investigativas de su mar de conciencia; no había riesgo de que se perdiera o dejara de notar una amenaza.