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Gu Zheng frunció el ceño.
Song Shiyu no notó el disgusto del presidente y continuó:
—La Joven Señora es ahora la hija mayor de la familia Yin. Tiene muchas familias poderosas detrás de ella. No creo que seas digno de ella.
Song Shijing se apresuró y cubrió la boca de Song Shiyu, pero ya era demasiado tarde. Gu Zheng se volteó lentamente y miró a Song Shiyu con una sonrisa:
—¿No soy digno de ella?
—¡Sí! No eres digno
Song Shiyu no podía respirar mientras Song Shijing lo sostenía fuertemente.
Inesperadamente, Gu Zheng dijo pensativamente:
—Tienes razón, pero ¿no crees que he cambiado?
Song Shiyu se liberó y de repente sintió que el presidente se había vuelto más magnánimo. Él no dijo que su salario sería deducido esta vez. Parecía que el presidente había comprendido la diferencia entre él y la Joven Señora.
Song Shiyu pensó por un momento y respondió con una sonrisa: