¿Cómo podía ser tan descarada?
Shen Qiongzhi estaba furiosa.
Qiao Nian avanzó y se colocó frente a Qiao Chen. Presionó el botón de reproducir en la grabación de audio.
—Oye, ¿estás bien?
—Levántate, sé que estás bien. Deja de fingir.
—¿Ya terminaste? Levántate. No eres más que una pequeña discapacitada. Deja de actuar.
Era un video corto de solo unos segundos.
Terminó rápidamente.
La expresión de Qiao Chen estaba muy pálida, como si hubiera visto un fantasma. Sus manos temblaban. Se aferró al brazo de Shen Qiongzhi para mantenerse de pie.
Sus pupilas temblaban violentamente.
¿Cómo podría Qiao Nian tener este video?!
¿Pensé que no había cámaras de vigilancia en ese pasillo?
Qiao Chen se mostró desconcertada al enfrentarse a Qiao Nian, quien esperaba su explicación. Subconscientemente abrió la boca, queriendo explicar.
Sin embargo, su mente estaba en blanco. En ese momento, no podía pensar en ni una sola palabra para decir.