Luka pensó por un momento y respondió a Mandy:
—Es porque nunca consideré a estas personas como importantes. Como sabes, realmente no mantengo contacto con gente insignificante y no me molesta gastar tiempo en ellos. Entonces, no quiero que las cosas sean incómodas y molestas para ti.
—No es que no quisiera presentarte con ellos.
—Lo sé —asintió Mandy. Esto era consistente con la personalidad de Luka. A él no le gustaban la cortesía innecesaria y la charla trivial. —En un momento, si nos encontramos con algunos lobos, por favor protégeme bien.
Luka sonrió y presionó la cabeza de Mandy contra su hombro...
¡Estaban a punto de entrar a un aterrador campo de batalla!
...
Con este telón de fondo, la celebración de los cien días estaba garantizada para ser espectacular y todo un espectáculo. Sin embargo, hasta este punto, el niño del que hablaba Madre Lu, aún no había sido presentado porque estaba en un sueño profundo y los protagonistas, Luka y Mandy tampoco habían llegado.