Trevon Neal sintió que su padre era diferente a antes.
En los recuerdos de Trevon y Judith, su padre siempre había sido gentil. Cada vez que regresaba a casa, los hermanos eran mimados e indulgidos.
Solo su madre, Heather Sage, ocasionalmente lo reprendía.
Sin embargo, los hermanos nunca habían visto a su padre en las terroríficas escenas de carnicería en el campo de batalla.
Esto era porque Braydon Neal nunca usaría su espada frente a sus hijos.
Pero hoy, Trevon había revelado su lado juvenil e imprudente, exhibiendo su naturaleza salvaje y asesina frente a Braydon.
Esta realización sin duda le recordó a Braydon que su hijo mayor había crecido.
Dado que su hijo había madurado, Braydon ya no trataría a Trevon como un niño.
La delgada figura de Braydon permanecía en silencio, su aura invisible parecía suprimir al mundo.
—¡Papá! —Trevon bajó la cabeza.
Sudor frío se formaba en sus sienes; no se atrevía a ser irrespetuoso con su padre.