—Está muerto —repitió Catalina Grace cuando no hice ningún movimiento.
Me quedé en mi lugar, paralizado.
El gran cuerpo de Ybbrahim Greyson yacía en el largo sofá. Llevaba una camisa blanca sencilla y pantalones negros. No había manchas de sangre en ninguna parte de su cuerpo. Parecía como si sólo estuviera durmiendo plácidamente.
Era un hombre sano y no parecía viejo a pesar de su edad, por eso su muerte fue un gran shock.
Mientras lo examinaba, las preguntas se amontonaban en mis pensamientos,
¿Murió de causas naturales?
¿Fue un infarto?
¿Si no fueron causas naturales entonces alguien lo estranguló hasta la muerte? Si es así, ¿quién?
¿Samantha? Si ella lo mató, ¿por qué motivo? ¿Cómo pudo matar a su esposo?
—¿E-estás segura de ello? —pregunté, aún sin estar seguro.