Después de que Connor terminó de hablar, todos los presentes lo miraron con una mirada extraña.
Mientras Connor enfrentaba las miradas desconcertadas y perplejas de la multitud, su expresión se mantuvo calmada.
Porque en sus ojos, Jovan no era más que una existencia insignificante como la de una hormiga.
¡Solo necesitaba una sola frase para atrapar a Jovan en una situación irremediable, donde nunca tendría la oportunidad de cambiar las tornas en su vida!
Jovan no se daba cuenta de la gravedad de la situación ni de lo aterrador que era la persona de pie frente a él.
Entonces, frente a las sucesivas provocaciones de Connor, Jovan finalmente no pudo contenerse. Dio un paso adelante con la intención de atacar a Connor.
Harold pensó que si Jovan iniciaba una pelea ahora, seguramente lo implicaría a él también.
No quería ofender al legendario Señor Connor, así que rápidamente sujetó a Jovan y susurró: