Frente a ellos, sentada en el trono de Gracia Caída... estaba nada más ni nada menos que Cassie. La delicada chica ciega que había sido su compañera desde el terrible juicio de la Orilla Olvidada, y a quien tanto Sunny como Nephis conocían mejor que nadie más en el mundo.
No podía haber error.
Cassie no había cambiado mucho desde la última vez que Sunny la había visto. Seguía siendo la misma, con cabello dorado y hermosos ojos azules. Las suaves facciones de su encantador rostro eran justo como él las recordaba...
Pero también había algo diferente en ella.