—¿Quién puede decirlo? Hay muchas historias sobre las pruebas y tribulaciones que tuvo que soportar —comentó Neph con una leve sonrisa, mientras se quedaba mirando el fuego. Luego se recostó contra la roca negra y desgastada con un encogimiento de hombros.
Sumergido en el calor del fuego y con el vientre agradablemente lleno, Sunny sintió que su cuerpo y mente se relajaban. Lanzando una mirada curiosa hacia ella, preguntó:
—Entonces, ¿cuál es tu historia favorita sobre ese tipo? —preguntó curioso.
Nephis permaneció en silencio por un rato con una mirada de contemplación en su rostro, que estaba sumido en las sombras, con solo su vaga silueta visible en la oscuridad... y las chispas blancas que bailaban en lo profundo de sus ojos.
Finalmente, dijo:
—Tal vez no sea una favorita… pero a menudo pienso en una de ellas, en particular.
Sunny levantó una ceja.
—¿Cuál? —preguntó, con los ojos llenos de curiosidad.
Neph suspiró suavemente antes de responder: