"Cuando el círculo plateado de la luna llena alcanzó el punto más alto en el cielo, un repentino movimiento rasgó la oscuridad de la noche. Entre el clamor de los tambores y las voces humanas, avanzó volando una armada de barcos de madera, cada nave iluminada por la llama naranja de los faroles. Algunos tenían velas rojas, otros blancas. Bajo el diáfano resplandor lunar, todos parecían grises e incoloros.
Los barcos avanzaron a prisa, como un río de luces. En sus cubiertas, las figuras humanas se movían, preparándose frenéticamente para la batalla. Los soldados desenvainaban sus armas y colocaban flechas en las cuerdas de sus arcos, mientras que los capitanes miraban la luna radiante, sus rostros tensos y sombríos.