Capítulo 463: Un acto casual que cambió el destino.
En otro carruaje.
—Adán, mi hijo...
—¿Hmm? —El hombre de cabello rubio miró a su madre—. Cuando miras esta montaña, ¿qué ves?
Signos de interrogación aparecieron alrededor de Adán, ya que no entendía la razón de la pregunta de su madre.
Observó la montaña que parecía formar un muro que dividía el territorio de Nightingale.
—… ¿un montón de rocas?
—Mira de cerca —Jeanne exigió.
—Hmm... —Adán miró seriamente la montaña, pero no importa cuánto o cuán minuciosamente la mirara, solo veía rocas.
—... Solo veo más piedras, madre.
—Ya veo... —La expresión y el tono de Jeanne no cambiaron.
Pero incluso así, esta extraña pregunta despertó la curiosidad de Adán.
—¿Por qué preguntaste eso?
—Solo quería saber tu opinión —Jeanne dijo la verdad.
—Hmm... —Adán miró a su madre extrañado pero lo dejó pasar.
Jeanne volvió a mirar la montaña.