Jasper finalmente se liberó de la mansión y salió al fresco aire de la tarde. Dio un suspiro de alivio mientras caminaba hacia su coche, agradecido de alejarse de la atmósfera opresiva en el interior.
Sin embargo, su respiro fue efímero. Al subirse a su coche y arrancar el motor, se dio cuenta de que aún tenía que encontrar a Ella. Marcó rápidamente el número de Michael, esperando que tuviera alguna actualización sobre Ella.
—¿Dónde está Ella? —preguntó al conectar la llamada—. ¿La encontraste?
—Sí, pero... —el tono serio de Michael lo puso agitado.
—¿Qué pasa? —preguntó Jasper, con el pánico creciendo en su mente.
—Pablo la encontró antes que yo —reveló Michael—. La ha llevado a su lugar.
Jasper apretó el volante mientras escuchaba las palabras de Michael. Su cara estaba retorcida en frustración y preocupación.
—¿Por qué huyó? —murmuró—. Le dije que no saliera de la casa. Pero ignoró mis palabras. Ahora está en problemas.
Golpeó con su puño el volante.