La habitación se quedó en silencio mientras tanto Abigail como Cristóbal miraban a Julia en shock. La boca de Abigail quedó abierta en incredulidad, y los ojos de Cristóbal se movían nerviosos entre las dos mujeres.
—¡Modelo! ¿En serio? —exclamó Abigail, reflejando la sorpresa evidente en la expresión de Cristóbal. Luchaba por comprender el repentino giro de los acontecimientos, intentando procesar la inesperada solicitud de Julia.
Fue una propuesta que ninguno de los dos había anticipado, y se intercambiaron miradas, cuestionando las implicaciones de esta sorpresiva oferta.
El mundo de Abigail se puso patas arriba, y su curiosidad y vacilación bailaban en sus ojos mientras contemplaba esta oportunidad única.
Entre el asombro, Alejandro parecía notablemente compuesto, bebiendo su bebida con indiferencia, como si hubiera estado preparado para la petición de su esposa.