Advertencia EMOCIONANTE!!!
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En cuanto Zamiel no pudo percibir a Heaven, supo que algo iba mal. Rápidamente fue a su habitación y no pudo encontrarla. Percibió el aroma de su abuela en el cuarto. Irene estaba de vuelta, pero, ¿dónde estaba ella?
Temeroso de lo peor, Zamiel la buscó por todas partes, trató de sentir su presencia, pero en vano.
Irene había regresado, y de repente ella y Heaven estaban desaparecidas. La única persona que sospechó fue el diablo. Explicaría por qué no podía sentirlos. Parecía que el diablo quería arriesgar su reino después de todo. Furioso, Zamiel salió y gritó.
—¡Lucifer! ¡Muéstrate!
Incapaz de controlar su ira, el cielo rugió y la lluvia cayó torrencialmente. —¡Lucifer! ¡Deja de ser un cobarde y muéstrate!
Lucifer se materializó bajo la lluvia. —Tú me dices que me muestre cuando causas tanta lluvia —dijo, empapándose.
—¿Dónde está Heaven?
—No lo sé.
—¡No mientas!