Roshan estaba enseñando a Heaven cómo luchar como un demonio, pero no iba muy bien. Ella era demasiado humana en comparación con él. Él era demasiado rápido y fuerte, y pronto ella se desanimó. Pero Roshan era un maestro hábil y cada vez que ella renunciaba, él la motivaba a hacerlo mejor e intentarlo más fuerte.
—Heaven, no puedo decirte qué hacer. Tú y yo somos diferentes. Lo que funciona para mí no funcionará para ti. Necesitas encontrar tu propia fuerza. Mira profundo en ti misma —le dijo.