—No puedo obligarte a aceptarlo, pero tampoco puedo fingir que comparto tus preocupaciones. Como te dije la última vez que estuvimos aquí, Lith siempre ha sido Lith para mí. Su tiempo como Derek McCoy puede ayudarte a entender su pasado, pero no define su presente, ni lo hará en su futuro. Eso nos toca hacerlo a nosotros.—
Un largo silencio llegó a la habitación mientras Kamila reflexionaba sobre las palabras de Solus. Duró tanto tiempo que Solus trajo té y galletas que consumieron sin decir una palabra, cada uno pensando en sus respectivos problemas.
—¿Y tú, Solus? ¿Por qué estás triste?— dijo Kamila después de rendirse en ordenar el desastre en que se había convertido su mente. —¿Es porque esta situación hace que te resulte difícil controlar tus sentimientos por Lith?—
—Entre otras cosas.— Ella suspiró. —Está el asunto del bebé, la muerte de Jormun, la tía Loka- Espera, ¿tú lo sabes?—