—¿Por qué pediste su ayuda? —Lith gritó a Scarlett mientras su furia alcanzaba su punto máximo—. ¡Sabías que nunca había viajado fuera de los bosques de Trawn! Esto era demasiado para él, ¿por qué no lo dejaste en paz?
La culpa de Scarlett ya la estaba devorando por dentro, no podía responder a Lith porque estaba pensando lo mismo.
Sin embargo, cuando sintió un ligero temblor en el suelo, se vio obligada a hablar.
—Tienes razón, es toda mi culpa. Ahora por favor, intenta calmarte.
—¿Calmarme? —El rugido de Lith fue acompañado por otro temblor, esta vez lo suficientemente fuerte como para que todos lo sintieran—.
Toda su mana hervía de ira, la magia oscura exudaba de cada centímetro del cuerpo de Lith, extendiendo la intención asesina de una bestia enloquecida lo suficientemente desesperada como para arrojar su vida por una sola oportunidad de morder a su enemigo.