Después de unos minutos de caída, el anciano cayó dentro de un agujero con un fuerte —golpe— y gruñó de dolor. Sin embargo, antes de que pudiera voltearse, escuchó un sonido de resoplido y gruñido detrás de él.
Justo cuando giró la cabeza para ver qué era, se encontró cara a cara con una figura negra de cuatro patas. Sus ojos rojos, largos y afilados colmillos mostraban su salvajismo.
Antes de que el anciano pudiera soltar un grito de miedo, el enorme animal se lanzó sobre él y hundió sus colmillos en el cuello del hombre, arrancando un trozo de carne antes de masticarlo.
En la colina, Nancy miró a lo lejos y articuló, —Encárgate de los guardias restantes del Senador y maneja bien el asunto… Otra cosa, asegúrate de que el mundo sepa que abandonaron el País M antes de morir ...— ella instruyó.