La señora Caroline estaba furiosa mientras miraba su teléfono, esta era la cuarta alerta que recibía. Los números seguían llegando en pequeñas cantidades como si fuera un intento deliberado de hacerla enloquecer.
—¡Beep! —otra notificación llegó.
—¡Ahhhh! —gritó y lanzó su teléfono al suelo. Las venas de su frente resaltaban debido a la cantidad de ira que contenía.
Había llamado a su gerente de banco e incluso a hackers para rastrear a Maverick y evitar que él robara todo su dinero, ¡pero no pudieron hacer nada!
—¡Lu Ren! —apretó los dientes mientras el arrepentimiento la inundaba.
La señora Caroline creía que estaba sufriendo en este momento porque fue a causar problemas a la mansión de Maverick.
Hace dos días, la señora Caroline fue en busca de Maverick y los demás. Como habían aceptado a Piper, pensó que también deberían aceptarla a ella, pero los guardias en la puerta no la dejaron entrar.