—Entonces, ¿por qué ignoraste su súplica? ¿No eres un semi-demonio al que la gente teme? Incluso tu padre cede ante ti, ¿por qué no dijiste nada sobre su situación? —preguntó Jeslyn con una ceja levantada.
Valen se mantuvo en silencio por un momento con las cejas fruncidas. ¿Cómo podría ayudarla? Podría ser un pequeño demonio, pero su padre era el verdadero negocio.
Valen sabe cuándo debe involucrarse en los negocios de su padre y ciertamente no era lo correcto meterse en problemas y salir a rescatar a esa mujer.
Además, sus sentimientos por Mulan no son tan grandes como para considerarla una persona importante por la que luchar. Además, ella debería haber sabido mejor que ofender a su jefe.
—¿Por qué no dices nada? —dijo Jeslyn.
Al escuchar las palabras de Jeslyn, Valen levantó la cabeza, pero aún así no pudo ver claramente ese hermoso y lindo rostro. "No es asunto tuyo", enfatizó antes de volver a la silla de la sala.
Los labios de Jeslyn se torcieron. Este niño...