Todo el apartamento era una única habitación gigante que era mucho más grande de lo que debería. El techo alcanzaba los 10 metros de altura y se difuminaba en una difusa niebla oscura que parecía una negra nube de tormenta.
En el centro de la habitación se encontraba un altar de piedra tallado con la figura de un Windrunner, que desprendía un poder tan absoluto que el Breeder incluso sintió el impulso de arrodillarse. Encima del altar, descansaba un cristal romboide de color negro que emanaba una débil luz, como el de la luna en el cielo.
Pero eso no era todo. Detrás del altar, estaba una figura de cinco metros de altura. Era como una sombra, pero conformada por las manchas que el Breeder había visto en los demás pisos. Reconocer a la silueta le llevó un tiempo, pues la distorsionada sustancia de la que estaba hecha hacía difícil su identificación.
Lo primero que Luna reconoció fueron las alas, de allí no tardó en darse cuenta de que era un Windrunner gigante. Era su personificación en este mundo de sombras.
Lo segundo fue una delgada cadena que conectaba la cintura de la gigantesca sombra con el cristal ubicado en el altar. Luna supo enseguida lo que debía de hacer, pero el problema fue que en el instante que se dió cuenta, el cristal comenzó a brillar y su sombra entera se distorsionó de manera alarmante.
Luna sintió la necesidad de abrir los ojos, volver al mundo real e ir a matar a todos los humanos. Pero por suerte se detuvo a tiempo y dio un paso adelante. El cristal parecía asustado, por lo que intentó controlar la mente del zombie y obligarlo a protegerlo. Pero Luna se negó a ello con más fuerza.
El Breeder se llenó de una ira abrumadora. Primero el Siamés se atrevía a considerarle un idiota y ahora un patético cristal creía que podía ordenarle defenderlo sin ninguna consecuencia. No, esto tenía que acabar ahora, pensó. Paso a paso se acercó al cristal, y con cada paso sentía que un enorme peso se posaba en sus espaldas.
En el cuarto paso, su figura distorsionada comenzó a carcomer la habitación, debilitando las bases del refugio. Un horrible grito se escuchó en el refugio y todos sus habitantes pudieron escucharlo en el exterior. El Siamés sintió un escalofrío, pero no desvió su mirada del sitio donde sabía que se encontraba el Breeder en el interior del superbloque.
En el refugio de Nuevo Sol, los humanos notaron que los zombies se paralizaron por un segundo, lo que les permitió ganar una enorme ventajas y matar a una gran cantidad.
Luna, mientras tanto, dio otro paso y la niebla en el techo comenzó a moverse, convirtiéndose en un aterrador remolino que descendió y cubrió todo. El Breeder apenas podía ver el cristal delante suyo, pero siguió avanzando. Cada paso representaba un esfuerzo tan grande que sentía que las venas que marcaban sus brazos explotarían en cualquier momento.
Por fin, Luna dio el último paso y estuvo al alcance de la cadena. Desde tan cerca, pudo sentir cómo el cristal palpitaba como un corazón. Cada latido enviaba una onda de dolor por todo su cuerpo. El Breeder extendió una mano y luego golpeó con sus uñas la cadena. El golpe atravesó la cadena y liberó una explosión de luz brillante que envió a Luna a volar.
Golpeó la pared y cayó al suelo, justo a tiempo para que un intenso placer le inmovilizara. Se sintió libre, libre de ir a donde deseara y hacer lo que quisiera. Levantó la vista y se encontró con que la habitación había vuelto a la normalidad y su sombra ahora se parecía a las del exterior. El cristal estaba intacto y parecía incapaz de hacerle algo. Antes de poder pensar en cualquier otra cosa, un mensaje del Sistema le sorprendió.
[Felicidades, has conseguido liberarte de una imposición puesta por el Sistema sobre tu raza. Como recompensa recibirás un título una vez la siguiente fase del planeta comience. Ahora puedes hacer lo que quieras, pero recuerda, un Breeder sin un refugio propio está condenado a morir en unas semanas.]
Luna sintió un escalofrío al escuchar el mensaje. La última vez que escuchó uno, no era lo suficientemente inteligente para entender lo que significaba, pero ahora el significado de las palabras era claro.
Miró el cristal con suspicacia. No había duda de que esa cosa representaba a su refugio. Al principio pensaba destruirlo, pero las palabras del Sistema le hicieron cambiar de idea. Si quería vivir tendría que mantener la conexión con un refugio. El problema era que si no se largaba de allí, los humanos le matarían.
Se acercó al cristal y lo tocó ligeramente con sus uñas. Esperó un segundo a ver si sucedía algo y luego volvió a tocarlo. El cristal brilló una vez y luego se quedó quieto. El Breeder lo tocó de nuevo y este comenzó a titilar una y otra vez.
Luna pensó que quizá había molestado al cristal, por lo que esta vez decidió sostenerlo con sus manos. Sintió un escalofrío y luego se encontró con otro mensaje del Sistema.
[Refugio Windrunner, nivel 0. Como dueño del refugio usted tiene la capacidad de destruirlo, cambiarlo de posición o absorber su poder]
El Breeder se concentró en la opción más interesante y pudo sentir cómo el Cristal emitía un débil brillo, como si estuviera asustado.
[Puedes absorber el poder del refugio para tí mismo, tu fuerza aumentará un poco, pero perderás todos los beneficios que trae un refugio. Alerta del sistema: si un Breeder consume el refugio cuya fundación estimuló su evolución, obtendrá un poco de poder, pero limitará su potencial para siempre.]
Luna dejó de considerar esta opción como válida, era obvio que no valía la pena perder su potencial por algo de poder. Así que se concentró en la opción de destruirlo, en parte para observar al cristal brillar de nuevo por el miedo.
[Puedes destruir el refugio y asimilar el territorio vacío a tu propio territorio. Alerta del Sistema: el sujeto está intentando destruir su único refugio, lo cual es una acción fútil. Además, el sujeto es un Breeder, la destrucción del refugio original llevará a la pérdida de potencial]
La situación comenzaba a ser molesta, pensó Luna. Así que pensó rápido en la última opción, que parecía ser la única.
[Puedes cambiar la posición del refugio plantando el cristal en otra edificación que cumpla con los requisitos. Alerta del sistema: un breeder puede cambiar la posición de su refugio, pero morirá si tarda más de 4 semanas en volver a colocarlo. Además, el cristal se manifestará en la realidad y será vulnerable a la destrucción. Por otra parte, al volver a ser plantado, se encontrará debilitado durante un tiempo]
Esta alerta también era molesta, pero al menos le permitiría conservar su potencial, así que el Breeder decidió elegir esta opción, pero se detuvo justo antes de hacerlo. Luna recordó al Siamés. Sabía que le atacaría apenas percibiera el cristal, por lo que tenía que prepararse para eso.
Se acercó al cristal e intentó percibir a los habitantes del refugio a través de él. Para su sorpresa, funcionó, pero resultó mucho más difícil que antes. La sensación era muy diferente, como si pudiera ver a las sombras desde muy lejos y todas fueran muy difíciles de distinguir. Para encontrar al Siamés, tuvo que concentrarse en distinguir entre todos los habitantes del refugio y separar a las presencias más fuertes. Logró identificar a Sombra, que tendría que estar a su lado, inconsciente. Siguió buscando y por fin encontró al zombie que buscaba. El siamés se encontraba en el jardín del mismo edificio en donde lo había visto antes. Sin embargo, esta vez se acercaba al superbloque flotando en el aire y a una velocidad muy lenta.
Luna supo enseguida que tenía que actuar rápido, apartó sus manos del cristal y luego eligió la opción de mover el refugio.
Abrió los ojos en el exterior y sin siquiera prestarle atención a Arnold, a Sombra o al cristal negro que había aparecido en sus manos, apuntó hacia la ventana. Concentró toda su energía y disparó un tornado diminuto que rompió el vidrio y luego explotó en el exterior, creando un caos absoluto.
Arnold casi se muere del susto, pero evitó soltar el paquete especial que había encontrado y las preciadas pociones adentro.
—Cúrame —dijo el Breeder.
Arnold abrió la caja torpemente y sacó una poción. Luna se la arrebató de la mano y la tragó entera, incluso con el frasco de vidrio. El poderoso estómago del Breeder no tardó en destruir el envase y la poción por fin entró en contacto directo con el organismo del Zombie.
Sus heridas se curaron, pero no tanto como Luna y Arnold esperaban. Peor aún, sintió hambre y cansancio sin precedentes.
Luna se levantó con cierta dificultad y sostuvo a Sombra y a Arnold en una mano, mientras sujetaba el cristal con la otra.
—Vámonos, no creo que eso detenga al Siamés y, además, gasté la poca energía que tenía en ese ataque.
Arnold al principio se molestó porque el Breeder lo cargara de aquella manera, pero pronto se resignó a ello. En parte era un alivio, pues también había tomado una poción y ahora lo que más deseaba era comer y dormir.