Siguiendo por el corredor de sirvientes que inclinaban la cabeza, Romeo siguió detrás de Liss hasta la entrada de la colorida mansión, parados en la entrada se encontraban dos hombre en sus cincuenta vistiendo magníficamente con porte muy elegante, el primero tenía la piel un poco oscura nariz afilada y cejas gruesas, tenía un temperamento fuerte pero elegante y Romeo no necesita presentación, este es el conde Bastian Román, su piel algo oscura y fuerte temperamento son sus experiencias en la guerra.
El segundo hombre tiene una piel clara y un temperamento de intelectual astuto, si alguien que no sabe los entresijos los viera creería que este último era el señor.
"Papa te extrañe mucho, a ti también tío José" Liss corrió hacia su padre lo tomó del brazo y sonrió felizmente, entonces le echo un vistazo al mayordomo y lo saludo como su tío.
"Bienvenida señorita" el mayordomo se inclinó un poco y sonrió felizmente.
"Mi pequeña Liss papá también te extraño mucho, no sabes que casi muero de la angustia al saber que estuviste en peligro, de solo imaginar que no ye volvería a ver yo quería morir. Por cierto pequeña Liss por qué no abrazaste a papá, después de todo lo que ha pasado papá necesita un abrazo de su pequeña Liss" el Conde fingio ser lamentable frente a Liss y abrió los brazos esperando que está última saltara a sus brazos.
Liss no salto al abrazo de su padre, en cambio posó orgullosamente y puso una mirada de suficiencia, luego empezó a hablar.
"Eso no está bien papá, ahora ya soy una adulta que está apunto de casarse, es por eso que he decidido comportarme como toda una dama de alta sociedad, empezando por los abrazos con papá ya no soy una niña, que tal no ha madurado tu hija".
Cuando el Conde escuchó las palabras de su hija recién noto a un hombre que esperaba pacientemente, muy a diferencia de su mayordomo que puso sus ojos en Romeo solo un momento después de asegurarse que Liss estaba bien, el Conde estaba ya estaba muy enfadado con Romeo anteriormente, ahora que escucho que no pudo recibir más abrazos de su hija estaba a punto de estallar lo que preocupo un poco al mayordomo.
"Encantado de conocerte suegro me llamó Romeo Santos" Romeo dio unos pasos al frente e hizo una reverencia de noventa grados frente al conde Bastian.
"Buen muchacho he escuchado lo que hiciste por mi hija, para agradecerte por eso puedes hacerme una solicitud, siempre que pueda cumplirla te la concederé" para sorpresa del mayordomo el Conde no estaba enojado, incluso puso una cara amable al mirar a Romeo.
"Papa de que estás hablando? Romeo y yo nos casaremos y no hay necesidad de ser educados" Liss estaba enojada al escuchar que su padre quería darle una recompensa a Romeo por salvarla, creía que su padre estaba alienando a su prometido.
"Siendo ese el caso, señor me gustaría que me diga que es lo que necesito hacer para que usted esté aliviado de que yo me case con su hija, solo quiero que usted me apruebe asi Liss sera completamente feliz" Romeo bajó la cabeza mientras le hizo esta petición al conde.
"Jajajaja me gusta tu actitud directa y sincera por ahora tienes mi buena voluntad, pero déjame decirte que no es tan facil conseguir mi aprobación"
"Papá que estás diciendo, no se la pongas difícil de lo contrario te ignoraré" Liss interrumpió a su padre quien tenía intenciones de poner pruebas muy difíciles para Romeo.
"Está bien mi amor quiero que tú padre vea mi determinación de pasar mi vida junto a ti".
Con las palabras de Romeo el Conde sonrió astutamente y entonces dijo, "está bien no daré marcha atras sobre este asunto, le prometí a mi difunta esposa que no dejaría que mi hija se case con alguien incompetente, primero te probare en el manejo de la espada, segundo tu estrategia militar veremos cuanto eres de competente al mando de un ejército, por último pero no menos importante veremos tu nivel de cultura, no quiero que mi hija se case con alguien sin educación".
Cuándo Liss escucho que era una promesa de su padre a su madre entonces lo acepto, el conde esperaba poder retrasar la boda el mayor tiempo posible.
Tres días después en la habitación del Conde, en un rincón oscuro donde la luz del sol no podía llegar debido a que las cortinas estaban cerradas, se encontraba una figura en cuclillas como dudando de la vida emanando un aura de depresión total.
"Hasta cuándo va a estar deprimido de esta forma señor, este mundo es tan grande que siempre encontrarás a alguien mejor que tú en alguna parte, más te vale que te presente ante la señorita lo antes posible, de lo contrario ella pensará que estás en contra de su matrimonio, el día de ayer pude darle algunas excusas para justificar tu ausencia pero hoy no puede ser igual o ella sospechará" exactamente la figura deprimida se trataba del Conde Bastian, José entró a la habitación del Conde y le dio un fuerte sermón animándolo a que saliera de su depresión.
"Digo José algo debe estar mal con ese tipo, cómo puede ser bueno en todo? Ni siquiera salvó un poco de mi vergüenza y me aplastó por completo, está bien que sea mejor que a mí en el manejo de la espada y la táctica militar, pero cómo estuvo tiempo para aprender sobre el arte esto y lo primero no tiene nada en común" siendo amenazado con su hija El Conde se incorporó instantáneamente, pero entonces empezó a quejarse con José buscando fallas en Romeo.
"Lo que yo veo desde mi punto de vista es que está celoso de tu yerno señor, al principio querías darle una lección y la lección te la dieron a ti, creo que deberías olvidarlo y por ahora concentrarte en hacer feliz a la señorita mientras prepara su boda" José no cayó en sus provocaciones en un intento de formar un frente común contra Romeo, sabía que si algo salía mal la culpa sería toda de él.
"Creo que tienes razón, vamos a donde está mi preciosa hija, le ayudaré a preparar la boda más grande que se haya hecho" El Conde se puso enérgico y salió de la habitación seguido por José.
Mientras caminaban por el pasillo un criado se le acercó con una carta en la mano, saludo al Conde y le entregó la carta a José y dijo, "señor una carta de Mangladesh City de parte del equipo de investigación que envió hacia allí".
El criado entregó la carta y dio media vuelta dejando los solos en el pasillo.
"Tenemos suerte señor, estos son los resultados de la investigación preliminar sobre los antecedentes de Romeo" José sonrió mientras estaba la carta que tenía en la mano frente al Conde.